domingo, junio 27, 2004

Un martes de verano

Buscaba un momento tranquilo el domingo por la mañana. Salí a dar una vuelta. Quise intentar dar el mismo número de pasos que dí contigo el último día, esa noche en la que me sentí tan al borde de enamorarme de ti. Me desconté y al final me senté en un banco de una de esas placitas de Gràcia, y no sé si fué la lectura pero acabé fantaseando con la morena de pelo corto que se comía los berberechos con gafas de sol.

Querida Elena,

Me gustaría, a veces, en esos momentos desesperados del día, ver tu imagen en una cámara a tiempo real. Todo lo que haces, cómo te mueves, tu sonrisa. Me quedaría horas mirándote y sentiría menos tu ausencia.

Deseo estar a tu lado, respirar contigo, perder el rumbo, la noción del tiempo y del espacio. Tengo celos de tus sábanas: ellas rozan todos los días tu piel. Me pongo tu camiseta para dormnir y el olor de tu cuerpo impregna mis sueños. Sueño contigo todas las noches. Estás tumbada encima de la cama. Yo abro tus brazos y tus piernas, coloco unas cuerdas en tus tobillos y tus muñecas para innovilizarte. Te rozo con suavidad. Tu piel se eriza. Beso tus pies, deslizo mi lengua por el interior de tu pierna y cuando llego al muslo me desvío hacia tus caderas, rodeo tu vientre,
me como tus pechos, en tu cuello me detengo y te muerdo, pequeños mordiscos que se dirigen a tu oreja. En ella introduzco mi lengua y luego recorro otra vez tu cuello, para saborearte. Estás salada. Tu deseo cabalga y las cuerdas impiden tu movimiento. Gritas mi nombre para que te auxilie, para que apague el incendio que se produce en tu sexo. Y yo me demoro en tu espalda, dejo que sea sólo el tacto de mis dedos por la hendidura hasta tocar
tus labios y abrirlos, para así entrar en tu vagina, en un movimiento brusco y a la vez delicado. Toco tus paredes en un impulso de llenarte, colmarte, para que en tu cabeza sólo exista placer. Te inundas me y inundas.Tú eres ola que estalla una y otra vez contra las rocas. Yo me deshago en la playa, en la arena. Cuántos vaivenes en esta tormenta que no cesa. Tú surges de nuevo, incansable. Y a mí no me importaría habitar en tu vagina.
Beso tu boca
Alba.


De Otras voces, fragmento del relato Un lunes de verano, Carmen Rivera.

miércoles, junio 23, 2004

pesadillos perros


Me despierta el zumbido agudo que revolotea por mi cama y un mosquito se me lleva volando de la pesadilla.

Mis malos sueños están llenos de cacharros de cocina y de objetos cotidianos que funcionan al revés. Situaciones impensables que parecen de los más normal para los que están conmigo en el sueño, como si un perro tocando el piano o alguien quedándose sin uñas mientras le da vueltas a la leche, no fuese extraño.

Y tu madre te dice "qué bien toca el perro eh..." y tu amigo te dice "quieres más azúcar?" mientras se le cae una uña dentro de la taza. Disimula que estos están compichados pero estás soñando. Ponte a gritar y pide que alguien te despierte.

Ayer noche, Patricia se disgustaba conmigo porque yo no quería comerme su ensaladilla rusa, se ponía triste y empezaba a llorar desconsoladamente, y su casa, que siempre me ha parecido tan bonita y tan acogedora, con tanta luz como ella, estaba en ruinas y llena de escarabajos con alas y de color marrón. Patricia, no llores que sí me quiero comer tu ensaladilla rusa.
Hoy Eva estaba conmigo, pero sabía que no era verdad, hablaba muy rápido y no podía entenderla. Cuando intentaba decirle "despacio", lo único que me salía de los labios era una canción de Nacha Pop. Después sacaba del bolsillo unos cromos y le regalaba los que no estaban repetidos, pero ella me decía que ya los tenía todos y "qué tonterías me enseñas! joder" Y aunque me daba mucha rabia y quería contestarle, sólo podía cantar

Lucha de gigantes
convierte el aire
en gas natural.
Un duelo salvaje
advierte lo cerca
que ando de entrar.
En un mundo descomunal
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla
corriendo con una
bestia detrás.
Dime que es mentira
todo, un sueño tonto
y no más.
Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz

domingo, junio 20, 2004

sueños de perro


Con la luz de la cocina encendida
para que no pasen miedo,
duermen y parece que mueven las patas y ladran flojito.
Otras veces les tiembla el hocico como si te olisquearan en sueños. Quizás están corriendo por la playa y hagan carreras contigo.


Mis sueños se parecen a los de mis perros o quizás los perros sueñan por mí los domingos.

jueves, junio 17, 2004

hice dos veces cou

Hace unos años, justamente cuando yo hacía segundo de COU,
porque repetí COU, se me daba mejor tocar la guitarra en el bar...
en clase de literatura, la típica compañera con poca vergüenza y que siempre que pedían un voluntario/a para algo levantaba la mano, qué digo levantaba la mano, se levantaba ya directamente! Nos dijo que nos iba a recitar un poema de Cernuda que le encantaba. Todos nos quedamos alucinados. Era una chica atractiva, algo mayor que la media de la clase. La verdad...a mí siempre me asustaba un poco, sobretodo un día que desayunando me dijo "¿Sabes qué? no llevo bragas" me tragué el donut de golpe. Siempre me hacía cosas así, creo que le gustaba mi cara de sorpresa.

El poema lo recitó con tanto sentimiento que se me quedó grabado, sobretodo los primeros versos. Y no es que el poema en sí me guste muchísimo, no juzgo la calidad de Cernuda, pero es un poema como muy "vamos a morirnos todos de amor!" y es muy dramático...

Pero estos días, cuando salgo a la terraza a ver las chimeneas de los tejados y la luz es identica a la del año pasado y parece que todo pueda volverse a repetir, recuerdo las primeras palabras del poema con la voz de mi compañera.

Si el hombre pudiera decir lo que ama,

Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo.


Poema entero

miércoles, junio 16, 2004

mi bañera se comunica con la tuya

GraciasCada uno hace lo que puede. Mi vecino Luís intenta tener el jardín más bonito de la manzana, mi amiga Clara intenta retener a su novio como sea y el viudo del número 5 intenta ligarse a la viuda del número 8, en el baile del domnigo.

Yo intento nadar en la bañera. Con mucho estilo. Vierto muchas horas de dedicación, sigo el ritmo con compás de vals.

Con mis gafas de bucear para ver en las profundidades y el tubo para coger aire, cruzo muchas bañeras, bañeras de muchos países que hablan otros idiomas, Shampú, champú, sampoo, xampú, chanchún, capicci?
Bañeras con el agua templada o fría, brrr.

A veces me cruzo con objetos que no logro identificar pero los esquivo con clase sin dar lugar a altercados que romperían la calma del momento.
Algunos días también me cruzo con Olga, que es otra trotamundos de bañera como yo. Tenemos un romance muy pasional desde hace unos meses pero no va a ir más allá de la bañera, seguro.

Y ya me ves, aquí dando la vuelta al mundo y atravesando muchas fronteras. Recorriendo millas y millas de agua corriente con patitos de goma. De bañera en bañera, casi sin bañera propia, pero siempre en busca de la tuya.

lunes, junio 07, 2004

Finjo



gràcies pel regal, aquesta imatge és molt més maca


Finjo que te escribo cartas. Finjo fechas al borde de una página
y con buena letra,
tu nombre escrito en la primera línea.
Tu nombre seguido de una coma en la que me paro y finjo mirarte.
Imagino que las esperas con impaciencia y que las lees todas en el mismo lugar,
para fingir que tenemos un lugar.

Finjo buenas historias que contarte, historias que no me pierdan, historias de poca distancia, de pupitre y codo con codo.
Historias que se rozan los verbos al atardecer,
que duermen en tu ombligo y caben en tu cuerpo.

Y todos te mirarán mis historias entre tus dedos.

Finjo que recibo tu respuesta
y que también hay historias para mí,
que escriban mi nombre en un papel,
seguido de una coma,
donde te sientas a mirarme.

jueves, junio 03, 2004

Pablo - Capítulo 1

A Pablo Felices Sueños, aunque su nombre real sea Pablo García Viñuales, hace casi seis meses que no le he vuelto a ver. La última vez fué un viernes, en Portal de l'Àngel, una tarde de esas que por el centro hay muchas caras y mucha luz y guantes de invierno. Esa tarde que se quedó en la retina la luz de la autopista a las 17:20, con los vidones de las fábricas, y no recuerdo la música que iría sonando, pero faltaba media hora, y yo llegaba tarde. La última vez que ví a Irene.

Hoy, mientras desayunaba, he leído una entrevista sobre él en el suplemento del periódico. Todo lo que explicaba en el especial "Salud", lo supe por boca de Pablo, vecino de toda la vida de mi abuela en la Calle Fraternitat nº 20, cerca del Mercado.

El bueno de Pablo, casi obligado, siguió con el negocio familiar, "Colchonería y Tejidos García", que había heredado de su padre, el Sr. García, y aunque no le hacía mucha gracia, pero las cosas se complicaron cuando dejó embarazada a Gisela a la primera, decidió que seguir con aquella pequeña empresa, era lo más acertado.

Pablo, renunció a su futuro como ingeniero de caminos, profesión con la que soñaba para proyectar y construir puentes que lo acercaran, y lo alejaran de María, su verdadero y único amor.

(continuará)

miércoles, junio 02, 2004

clinc clinc clinc

La plaza está llena de meriendas, de las que no te dejaría comer tu madre si tuvieras diez años, "¡¡Porque llevan porquerías!!".
Donde se paró Irene, ahora hay mesas rojas de plástico con perros atados a las patas de las sillas y pasan la tarde ladrando y comiendo olivas que caen al suelo.
Con los perros también hay gente, ya con ropa de verano, en chanclas y libros finos con mucho renglón para saltarse. Muerdo un helado de chocolate que me muerde a mí y me entra frío.
En Junio me entra el frío, porque esta manía de marcarme metas para Junio me jode todos los junios, y las bicicletas caprichosas de yo quería que cruzan por mi mente, ligeras y visibles, pidiendo paso y haciendo clinc clinc clinc...

radioblog : Chicks On Speed - We don't play guitars.-