jueves, mayo 04, 2006

La Victoria de Samotracia no tiene cabeza

Reunión de zapatos del domingo por la noche


Hubo una época en la que me gustaba ver fútbol, me parecían bonitas las formas geométricas que dibujaba la pelota en el campo y me sabía todos los nombres de los jugadores ("dibujadores").
Cuando era adolescente y el Barça siempre ganaba la Liga, mi padre nos montaba a mí y a todos mis amigos en el coche descapotable que tenía por entonces -las crisis de los cuarenta años pueden ser caprichosas- y nos llevaba a dar vueltas por las calles muy despacio porque éramos muchísimos. Cuando pasábamos por la esquina, siempre abarrotada de gente, nos ofrecían copas de cava y nos vitoreaban (...)
Pues sí, en ese momento eres como un jugador de fútbol que ha ganado la liga. Últimamente tengo a menudo esa sensación: a veces te sientes como una mierda y otras veces como ronaldinho, y yo ahora doy un pase de gol, y además de taconazo, cada vez que te voy a buscar o que subo a tu casa. Lo mejor es que tú también te sientes como eto'o o como mesi, por lo menos.
Esta tarde me he encontrado a una profesora del año pasado; ha sido una sorpresa muy agradable porque estuvo hospitalizada mucho tiempo y tenía una enfermedad que no pintaba nada bien. Todo esto me recordaba un poco a mi madre. Por eso hoy, cuando la he visto, me he llevado una alegría enorme y me he acercado a saludarla. Creo que aprendí muchas cosas con ella, sobre todo una: si quieres que un alumno esté motivado dile lo que ha hecho bien, enfatiza sus logros y luego pídele más. No querrá defraudarte.
Fran Nixon de La Costa Brava ha descubierto el combate de karaoke y le ha gustado -éste también es un gigante!-
Me voy a dormir que es tarde y madrugo.

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