jueves, septiembre 04, 2008

Astral




Ayer, mientras esperaba que se pusiera en rojo un semáforo, vi a un chico que cruzaba sonriendo. No sé qué me pasó, pero hice algo parecido a un viaje austral o pitecus, no sabría decir exactamente, y me vi como un ser lejano a la especie humana. Aquél chico podía ser objeto de estudio. Por qué mueven el rabo los perros? Por qué sonríen los humanos de vez en cuando sin motivo aparente? Las moscas duermen? Hoy, en otro semáforo, una mujer cargaba plantas gigantes en un coche descapotable, era un jardín ambulante, una cosa súper extraña. Es el efecto de empezar a trabajar después de tres meses de vacaciones.

Yo en mi mundo feliz, ciertamente feliz, que doy un asco que te cagas también lo sé. Es lo que tiene llevar dos años y medio enamorada perdida de Carol Blenk -a la que creo que voy a dejar de llamar Sofía porque con tanto nombre me armo un lío-. Se produce el efecto "todo me resbala" y es astral.



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