viernes, noviembre 14, 2008

Colirio





Cuando me molestan las lentillas pienso un poquito en esa cosa que aún sigue dándome pena, porque me humedece los ojos. Pero es que a mí las cosas que no entiendo no hay manera de entenderlas. Pero no es nada que me cambie el humor, en sencillamente un poco de colirio natural.

Hoy me siento muy Emilio. Me gustan los post de Emilio porque son de chico que sale a la calle y empieza un nuevo día.

Hoy me he besado con Carol en el coche, a oscuras, y me ha recordado a cuando no tenía casa para besar. Ha sido un beso de esos que sólo se dan la primera vez. Carol, con sus ojos de replicante, Carol y sus cien colores que aún no conozco. Hoy me ha esperado muerta de frío a que yo saliera de la sesión de estudio de mi ombligo, que cada vez está más definido, y luego nos hemos tomado un Bitter Kas porque es rojo, y hay pocas bebidas rojas.

Me hace gracia porque cuando entro a la consulta, la ombligóloga anota algo rápidamente, y no sé que puede ser... pues no sé... "Hoy ha entrado sonriente y perfumada, pero eso sí, algo despeinada."

Luego he perdido el coche en el parking. Era la plaza 3229 no la 2932.

Es bonito el cartel que ha escrito el tal Rafael, ¿verdad?

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