jueves, marzo 21, 2013

Escalón y huella

Subo y subo pero esta escalera no se acaba jamás. De vez en cuando se interrumpen los peldaños y encuentro un descansillo. Me llena de esperanzas. Es una llamada después de mucho tiempo. Es desear. Vuelvo a subir escalones pensando que este tramo va a ser el último. Pero ya son varios rellanos y sospecho que no tiene sentido querer llegar hasta la azotea. La vecina de la planta 54 me ha sacado un tazón de leche con galletas para cenar, como a una niña con la madre enferma.

4 comentarios:

  1. Parece como una pesadilla. Menos mal que el tazón de leche y galleta te ha salvado...

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  2. Tita Pao.
    Yo, como soy perrilla, cuando llego cansada de pasear por el río, mi vecina me da una galleta de esas para nosotras y tambien me reconforta mucho.
    No te canses con las escaleras.
    Titaguau

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  3. Ni mas ni menos que la vida misma, algunos pasaremos la vida subiendo escalones y por fatigosos que estos puedan parecer todo esfuerzo tiene su recompensa aunque a veces no la sepamos ni saborear ni apreciar ni ver, pero seguro que de una u otra forma siempre habrá rellanos en los que nos encontraremos con algo o alguien que nos reconfortará con un gran "tazón de leche y galletas" apesar de que algunas veces no estemos a la altura sea por lo que sea para saber valorarlo.

    Saludos.

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  4. Parece escrito por La Niña.
    Me encantas!

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