jueves, septiembre 24, 2015

Refugio

Son las dos de la madrugada. Ha empezado a llover en el bosque. Una tormenta feroz. Un lobo con chubasquero rojo. Carl se ha refugiado en la avioneta conmigo. Estamos aquí, los dos en silencio, viendo cómo las gotas se estrellan en el cristal. Me gustaría abandonar esta sensación de provisionalidad. Adaptarme.

El teléfono está comunicando. El otro día pensé en eso, en lo curioso que es que se diga "está comunicando" a cuando alguien tiene el teléfono ocupado. La persona se está comunicando, pero con otros.

Le he dicho: Carl, empieza el otoño, esto cada vez se va a poner peor, vamos a tener que abandonar el bosque y volver a casa. El lunes, después de la ciudad, me estaba esperando con el bañador puesto  y la toalla al hombro. Estuvimos nadando en la playa y secándonos al sol. En  el mar había más agua que otras veces. Con diferencia, es el lugar en el que me siento mejor. Como si nada importara ni contara. Luego compramos un pollo a l'ast y nos lo comimos en el bosque, como aquella vez en Londres, en las escaleras de aquella casa.

Tengo la cabeza llena de imágenes.

Se me cierran los ojos. Quiero mucho a Carl.

3 comentarios:

  1. El mar tiene más agua por culpa de los peces: llevan horas llorando de risa por algo muy absurdo que sólo ellos entienden. Son las llamadas 'mareas vivas', que ni muertas te dejan dormir si tienes el mar del otro lado de la almohada. Las ascendentes capricornianas somos muy sensibles a los calendarios lunares. Y a los vestidos de ídem. Y nuestros teléfonos nunca comunican porque estamos demasiado ocupadas hablando a través de dos vasitos de yogur unidos por un hilo. (Yo digo 'da ocupado' cuando suena pi-pi-pi, cosa de sudaca, ¿vio?) Fatiga perpetua is the new Pereza infinita. No puedo poner puntos y apartes en el teléfono. Lástima que en la avioneta no puedas platicaaaaaarl un rato con alguien; a veces es terapeútico. Sweet dreams.

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  2. Me vengo a a hablar a mi rincón, porque me he dado cuenta de que soy la Atila de los comentarios: dónde dejo mi huella, no vuelven a crecer las hierbas.
    Muy bonita la foto de cabecera; un pelín ancho el cuerpo del blog.
    Y otra cosa, ¿no podrías poner la opción de lectura accesible para teléfono?
    Behind all things are reasons. Reasons can even explain the absurd.
    Pobre Margaret.
    ¡Hola, fatiguillas!

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