lunes, enero 30, 2017

Hay momentos de todo




Ojalá apareciera un ángel sobre berlín y me diera un trabajo que me gustara. 

Hoy he visto una peli rusa sobre una astronauta y un pastor. Me ha encantado pero se ha hecho de noche  y me he sentido un poco mal, por estar un lunes viendo una peli en el sofá mientras se hace de noche y no tener ni idea de cómo reconducir mi vida.  Cuando ha acabado la película, me he quedado a oscuras y únicamente iluminaban el comedor las farolas de la calle.

Por la mañana he limpiado todo el piso llorando. Me va muy bien limpiar mientras lloro. He pasado el aspirador, la fregona, he hecho la cama, he fregado los platos, he puesto dos lavadoras a moco tendido.  La perra trataba de animarme. Me traía pelotas y cosas. Juega, no llores, juega. 

Juega.

Después hemos bajado a la playa. He sentido un poco de paz. Lo necesitaba. Ha sido como encontrar el mar dentro del laberinto. Hemos caminado por la arena. Luego hemos ido a la tienda vegana y he comprado morcilla vegana. Soy lo peor. Está muy buena. Está hecha de avena y no sé qué más. 

Hoy he hablado con Elena por whatssap y me ha dicho que le gustó mucho el cuento de las niñas. Le he contado que estaba continuando la historia, pero llevo cuatro días sin escribir ni una sola línea. Hemos hablado de otras personas y de nuestras vidas paralelas, que siempre estamos en momentos similares. Cuando hablas de alguien es porque te gusta. Me parece el gesto más tierno del mundo. Hablarías sin parar de esa persona si los demás te dejaran. En plan tesis doctoral.

La perra va escribir algo:

xcemelelekew ,fr    vvg