viernes, marzo 17, 2017

Ahora todo tiene nombre y una gripe asociada




Me acabo de despertar (son las 0:26), me he ido a dormir a las 5 de la tarde. Es que llevaba tres días sin pegar ojo por la noche y hoy mi cerebro ha dicho, basta, relájate de una puta vez... Y me acabo de hacer un colacao, porque es como si estuviera desayunando. Una de mis fantasías más profundas y secretas es vivir en horarios no convencionales. Ahora me lo puedo permitir sin que ello cause demasiado conflicto, pero no es aconsejable. Además, me siento un poco mal porque tengo la casa hecha un desastre y voy con pantalones adidas todo el día y chanclas con calcetines, excepto en momentos en los que tengo appointments oficiales.

He estado tomando algo con P y la perri. La perri también está un poco afectada con mis cambios continuos de horario.

He pillado una gripe que se llama síndrome de abstinencia emocional. Se llama así. Como se está alargando, se convierte en otra gripe llamada depresión. Y en otra que se llama ansiedad. Así que de catarro en catarro voy. Ahora todo tiene nombre y una gripe asociada.

Voy a tener que esforzarme mucho, aunque me falte energía y ganas. Dejar de aislarme, hacer cosas de esas aparentemente divertidas para todos los mortales, ilusionarme porque llega la primavera, pero me jode que llegue y que todo tenga que ser tan alegre, me parece una barbaridad, la primavera. Todo ese despliegue de colores, luz, flores y gente sonriente. No puedo disfrutarla. Qué frustrante es. Y si lo intento, me duele. ¿Alguien puede comprenderlo? Voy a tener que soportar el dolor de la primavera. Abril puede ser un harakiri. Y mayo, un vuelo kamikaze.

Tengo ganas de  retomar mis inquietudes, pero no sé cómo hacerlo porque han dejado de interesarme. Es un pez que se muerde la cola.

Estoy pensando en dejar de escribir en el blog, pero no lo tengo que decidir hoy. Las personas suelen hablar de los problemas cuando se han pasado y han quedado atrás, hablas desde una posición exitosa entonces, pero no se suele narrar en directo que se está en un problema, a menos que sea algunos de los que están aceptados socialmente (que es un tema que tiene demasiada miga como para explicarla en un paréntesis). De ahí que esté pensando en dejar de escribir hasta que se me cure la gripe.


Me está creciendo el pelo. Dejarse crecer el pelo es la prueba irrefutable de que el tiempo pasa.






10 comentarios:

  1. Paola, córtate el pelo ya.

    Sí, la primavera sucks y que llegue ya el otoño. (y si tienes una bonita y nueva urticaria crónica es la repanocha, prueba ;-)

    Hay cosas que tienen nombres que no se revelan: llevo 10 años esperando una paĺabra-diagnóstico para mi mal, aún no he descubierto el nombre de mi gripe.

    Y yo siempre vivo en directo: mi presente ya nace diferido.

    Un abrazo y no paro de rascarme. Guapa :-)

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    1. Noo! no me lo voy a cortar. Quiero dejarme greñas salvajes. Sobre la gripe, es que igual se han quedado sin nombres... tú eres creativa y puedes inventártelo. Ponle uno en latín o en esperanto. ;)

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    2. Tricsina12:23 p. m.

      Solo puedo decirte que creo que lo comprendo, porque siento que siento parecido, a menudo. Y también que que cuentes tu problema en directo y que hables de esa gripe no aceptada socialmente por la que estás pasando me ayuda a lidiar con mi propia gripe, de la que no hablo ni escribo y de alguna manera me reconforta saber que otras personas pueden estar en el mismo lugar y, por ende, que existen unos ojos que no juzgan como juzgan con los que no se puede hablar, aunque sería mucho mejor que no fuera así, que estuvieras bien y no tuvieras que escribir esto. Ánimo.
      (Te leo desde hace unos meses.)

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    3. Muchas gracias, Tricsina, por leerme desde hace poco y por la empatía.

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  2. Te comprendo... eso de que la primavera duele es algo que he empezado a sentir este año. Es como si algo te impidiera disfrutar de una manera normal, como un freno que, realmente, hace daño. Es difícil de explicar...
    Te diría que no dejes de escribir en el blog. Escribir es terapéutico y puede que te esté ayudando en cierta manera y tú no lo sepas. Escribir desde lo más profundo de los infiernos personales es arte; al menos a mí me lo parece. Hoy he leído una frase de Benjamín Prado que me ha gustado mucho, y es que ahora quizá escribas para poder vivir y de repente llegue un buen día en el que se cambien las tornas, y simplemente vivas para contarlo.
    Un saludo muy grande!!
    (Me gusta mucho tu blog)

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    1. Me encanta Benjamín Prado, sobre todo cuando habla de novelas en un progrnama de radio que se llama Todos somos sospechosos, de radio3. Te lo recomiendo. Sí, no poder disfrutar de las cosas disfrutables es una putada de difícil comprensión pero sucede.

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    2. Gracias por la recomendación!! La tendré muy en cuenta ;)

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  3. Yo también puedo comprenderlo. Aunque no sirva de nada (comprenderlo).

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    1. Bueno, creo que sí sirve! para no sentirse bicho raro o sentirse bicho raro entre otros bichos raros jaja

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  4. Anónimo9:07 a. m.

    Hola:

    No dejes de escribir, Paola, se te da muy bien.

    La humanidad se divide en "bichos" y "bichos raros". Mejor ser bicho raro.

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